Provincia de Filipinas

00:00
00:00

La Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas tiene su origen en 1565. Dos son los pilares sobre los que ha proyectado su carisma misionero: el hallazgo del Santo Niño de Cebú, su protector y también patrono del Archipiélago, única nación de mayoría católica en Oriente, y el tornaviaje del galeón Manila/Acapulco descubierto por Fr. Andrés de Urdaneta, que engarzó las islas en la corona española.
Desde entonces más de dos mil agustinos han cruzado los mares. Han fundado más de dos centenares de pueblos, en los que han sido desde evangelizadores a arquitectos, desde promotores de microindustrias a regidores, desde maestros a agricultores, desde prelados a sacristanes. Mecenas del arte, plasmado en muchas iglesias alzadas, y de la cultura en mucha literatura en lenguas vernáculas. Destacamos principalmente a Fr. Gaspar de San Agustín y sus Conquistas, primer gran relato de los inicios, y a Fr. Manuel Blanco y su Flora filipina, obra referencial sobre las plantas de las islas y su uso ornamental y medicinal.
Filipinas también ha sido plataforma para otros retos. A China viajó en 1575 Fr. Martín de Rada, el primer misionero del Patronato Regio que pisó suelo sínico, y que abrió una vía misional que, con diferentes etapas, clausuró la revolución maoísta. A Japón llegaron los Agustinos en 1602 y sellaron con su sangre su misión evangélica, que concluyó en 1632.
La independencia del Archipiélago en 1898 sirvió a los Agustinos Filipinos para abrirse a nuevos horizontes iberoamericanos (Iquitos, Brasil, Argentina) y también ayudar a otros Provincias agustinianas a recuperar su autonomía (Perú y Colombia), como a la restauración de la de Castilla y el alumbramiento de la del Escorial y la de España. En el siglo XX su carisma misionero se ha alargado hasta la India, Tanzania, Costa Rica, El Salvador y Honduras. Su laboreo evangélico, lucha por la defensa de los derechos, promoción de la cultura nativa y mecenazgo del arte puede comprobarse en estos bellos claustros, en la copiosa biblioteca y en el fascinante Museo Oriental.

Scroll al inicio
Ir arriba